jueves, 23 de abril de 2009

Bornos, puerta de la Sierra


Foto de Juan Tebar

Monumentos de Bornos


COLEGIO DE LA SANGRE

Este colegio-hospital fue mandado construir por San Juan de Ribera, como albacea del testamento de su padre, D. Per Afán de Ribera, en este menester.

El edificio se terminó de construir en 1.597. Consta de una sola planta, con central, en torno al cual se distribuían las distintas dependencias. En el ala Sur contaba con ricos huertos y jardines. Esta colegio se hizo para albergar a doce criados hidalgos, escuderos de la casa del Señor Duque y otros hombres buenos y limpios de sangre de su estado.
En la actualidad ha sido reconstruido por el Ayuntamiento y se destina a extensión del Instituto de Enseñanza Secundaria "El Convento" y Guardería infantil


MONASTERIO DE SANTA MARÍA DEL ROSARIO

Fue fundado en 1.505 por el Adelantado Mayor de Andalucía, D. Francisco Enríquez de Ribera. Ocupaba un espacio aproximado de ocho aranzadas, casi cuadrado. El edificio constaba de un claustro de 56 columnas de mármol de Génova con claraboyas de piedra calada, alrededor del cual se distribuirían las distintas dependencias y una Iglesia sin crucero. En ésta se construyeron en 1.572 dos retablos: uno para San Jerónimo y otro para Santa Ana. Sus constructores fueron el tallador Pedro Becerril y el pintor de imaginería Luis Hernández.

Tuvo gran esplendor durante el s. XVIII, debido a la sabiduría de sus monjes, entre los que destacaron Fray Pedro Mariscal de San Antonio, Fray Esteban Rallón, Fray Rodrigo de Carmona, Fray Bartolomé de Cádiz, etc.

En el año 1.895, a causa de la desamortización de Mendizábal, que trajo consigo la desaparición de muchas órdenes religiosas, fue abandonado, terminando aquí la vida de los jerónimos en Bornos. Antes, en el s. XVIII, también tuvo que ser abandonado, debido a los destrozos que ocasionó en él, el maremoto de Cádiz. En la actualidad, se conserva muy poco de su estructura: sólo un torreón y parte de sus murallas y huertas.


CASA ORDOÑEZ

Se encuentra situada en la calle Granada nº 26, se supone que fue construida en la segunda mitad del XVIII por la familia Ordóñez. Uno de sus miembros, Bartolomé Mª Ordóñez y Núñez, fue maestre de Ronda y caballero de la orden de Carlos III en 1.791.

Construida en dos plantas, separadas por moldura en su fachada, presenta un vano rectangular superpuesto de un balcón flanqueado por dos escudos. Todo el conjunto va labrado en piedra de color rosa ocre jaspeada. El hueco adintelado de la puerta, se flanquea por pilastras adosadas de orden dórico. El interior se desarrolla en torno a dos patios. Al primero se accede desde la puerta a través de un zaguán. Porticado por columnas que sostienen arcos de medio punto. El segundo patio, más sencillo, se destina a labores caseras.

En la actualidad es de propiedad municipal y, en breve, va a someterse a un proceso de restauración para albergar, una vez concluido, una Casa de Oficios.


CONVENTO DE SAN BERNARDINO

Fue fundado en 1.590, por D. Fernando Enríquez de Ribera, IV marqués de Tarifa. Lo ocuparon religiosos de la orden de San Francisco y era utilizada como casa de estudio y noviado. El maestro mayor de las obras fue Andrés de Oviedo. Poseía una capilla en cuyo retablo del Altar Mayor Colaboró Luis de Figueroa en 1.629. En la actualidad sólo se conservan parte de una torre, los muros que delimitan el convento y una de las entradas, con un azulejo del Seráfico Padre San Francisco (s. XVI). Es de propiedad particular y se utiliza como almacén de materiales de construcción y viviendas.


CONVENTO DEL CORPUS CHRISTI

Don Per Afán de Ribera, primer Duque de Alcalá, Marques de Tarifa, que falleció en Nápoles en 1.571, dispuso en su testamento que se fabricara en Bornos una casa-hospital o colegio para que a ella vinieran a vivir doce criados hidalgos, escuderos de la casa del señor Duque, y otros hombres buenos y limpios de sangre de su estado. La ejecución de esta parte del testamento le fue confiada a Don Juan de Ribera, hijo ilegítimo del testador, patriarca de Antioquía y Arzobispo de Valencia, hoy San Juan de Ribera.

Cuando la obra iba por la mitad, vino a verla el ilustre señor patriarca y le pareció que era muy grande, con viviendas altas y muchas subidas de escalera, por lo que no le agradó para albergar ancianos y paralizó las obras. Para cumplir lo mandado por el señor Duque, ordenó que en la misma plazuela, enfrente, se tomase otro sitio y se comprasen algunas casas en donde se hizo el colegio, ya más cómodo y recogido para casa-hospital. La otra obra grande, se destinó para convento de monjas, cosa que se autorizó en 1.593 por el Papa Clemente VII.

En el año 1.597 quedó inaugurado dicho convento, siendo las primeras monjas en ocuparlo de la orden cisterciense, procedentes del Colegio de las Dueñas de Sevilla. Estas monjas, no contentas con el convento, decidieron volverse a Sevilla y entonces, por solicitud el patriarca, vinieron de Alcalá de los Gazules cuatro monjas de la orden de Clarisas Franciscanas. La fundación se consolidó y duró hasta el año 1.973, en que fue abandonado por encontrarse en ruinas.

Desde su fundación hasta su clausura, dicho convento pasó por varios incendios, siendo el mayor el sufrido el 13 de Abril de 1.685, en el que la capilla quedó totalmente destruida e inutilizada, conservándose sólo de ella un gran arco toral con dos escudos de la casa de Alcalá, además de pleitos entre las monjas, el tribunal eclesiástico y los fundadores.

Tras el total abandono, el Ayuntamiento compró el edificio, para cederlo, un año después, a la Caja de Ahorros de Jerez, que lo restauró destinándose a Centro de Formación Profesional. En la actualidad alberga el Instituto de Enseñanza Secundaria "El Convento" y ha celebrado recientemente el IV Centenario de su fundación.

El edificio en sí, consta de dos plantas, un patio porticado con arcos de medio punto en su planta baja. Todo el edificio está construido en piedra y ladrillo. Posee, además, una hermosa escalera con barandilla de piedra labrada. Como objetos valiosos se encuentran en él, en la Biblioteca, antes Sacristía, dos lapidas empotradas en la pared, pertenecientes a D. Fadrique Enríquez de Ribera y su esposa Dª. Leonor Ponce de León, fundadores del monasterio de Ntra. Sra. del Rosario, donde fueron enterrados, sus restos y correspondientes lápidas fueron trasladados al convento del Corpus Christi en 1.862.

De la época de su fundación se conserva un pozo para noria en sólida cantería con una escalera en espiral hasta el pozo y que suministra agua para el riego de los jardines adyacentes, plantados y cuidados en la actualidad, que sirven de zona de esparcimiento y recreo de alumnos, profesores y resto del personal.



CASTILLO PALACIO DE LOS RIBERA

El paso de la historia de la dominación árabe a la reconquista cristiana y el resplandor renacentista se ejemplifica en Bornos en el Castillo-Palacio de los Ribera.

La llegada de los musulmanes supuso la construcción de una fortificación en un lugar abundante en nacimientos de agua que daría nombre al Castillo de Fontanar. Los restos que se conservan de este antiguo castillo se reducen a algunos lienzos de muralla y a la Torre del Homenaje. Su interior, de planta cuadrada aparece compartimentado en diversas cámaras y está construido en material de sillería.

Posteriormente, con la reconquista, fue ocupado por los cristianos y, finalmente, restaurado y transformado en palacio de estilo plateresco en el S.XVI.

Una gran puerta, en tiempos chapada en bronce, da acceso a un amplio patio, rodeado de un hermoso claustro con arcos peraltados, sobre los cuales se levanta una gran galería superior con arcadas de igual clase y balaustrada ojival. En el centro del patio hay una fuente de mármol, traída de Italia, con el escudo de Los Ribera, que fue una de las familias que mejor se adaptó a la evolución del noble-guerrero al noble-culto. Sobre los arcos del primer cuerpo aparecen unas gárgolas muy interesantes y en la galería norte superior destaca una portada decorada al estilo gótico tardío, adornada con un friso alrededor compuesto de toscos leones, animales míticos y hojas acaecidas. Sobre el dintel, se puede observar una faja adornada con círculos y lóbulos labrados y, en sus extremos, dos pajes arrodillados sobre sendas repisas que sostienen una enorme corona ducal.

En el Torreón de Gallardo se ven unas ventanas con decoración similar a la de la portada anterior. Termina este torreón en una crestería formada por flores de lis, de las que hoy quedan algunos restos, al igual que del enlucido, grabado al estilo segoviano.

Completan el edificio unos hermosos jardines renacentistas, declarados de Jardín Histórico de Interés Cultural, inspirados en el Belvedere de Bramante, en el Vaticano, que fueron diseñados por el jardinero italiano Salvador Sepadano y están decorados con albercas, grutescos, fuentes y una gama de plantas que abarca desde el mirto hasta la mejorana, pasando por el boj, el ciprés y el naranjo. En uno de sus extremos, se halla una logia, un imafronte de estilo pompeyano; el único existente en Andalucía, con hornacinas decoradas con estatuas de motivos mitológicos, que hoy se encuentran en la Casa de Pilatos de Sevilla.

En este vergel, el agua es un elemento decorativo más y, aunque desaparecido en su mayor parte, se conserva aún la alberca del Jardín Secreto de este Palacio Ducal, en la que, según la leyenda, se bañaba la Señora del Castillo para limpiar su cuerpo y después pasaba a la capilla anexa al Jardín para limpiar su alma.

Todas las obras de restauración y transformación fueron realizadas por los artistas italianos y españoles, que fueron contratados por la familia Enríquez de Ribera en los siglos XVI y XVII. El Castillo-Palacio fue propiedad de la Casa de Medinaceli, hasta que en 1.953 fue comprado por al Ayuntamiento.


IGLESIA PARROQUIAL DE SANTO DOMINGO DE GUZMAN

Su construcción pertenece a dos órdenes arquitectónicos: el primitivo ojival, ya muy reformado, y otro barroco que invadió toda la Iglesia. Se ignora la fecha de su construcción, pero, si admitimos la teoría de Fray Pedro Mariscal de San Antonio, hay que suponer que fue edificada a finales del siglo XV o primeros del XVI. Lo cierto es que en 1.559 Hernán Ruiz (que fue Maestro Mayor de la Catedral de Sevilla) firmó un contrato para sacar "los cuatro pilares viejos y la piedra de los movimientos de los arcos, con guijas, cal y arena". Las actuales cuatro columnas del templo no son las que se comprometió a hacer Hernán Ruiz, pues en el s. XVII se hizo una gran obra. La existencia de los pilares con anterioridad a la firma del contrato por Hernán Ruiz y las disposiciones testamentarias de algunas personas para ser enterradas en la Iglesia de Santo Domingo, con fecha anterior a dicho compromiso, es lo que nos hace datar este edificio entre los ss. XV y XVI.

Posee planta rectangular con crucero y tres naves. La fachada es muy simple, dividida en dos por un frontón. Su cuerpo inferior carece de ornamentación; sólo el vano de la puerta rompe esta sencilla monotonía. El cuerpo superior, triangular, neoclásico, adornado con cuatro columnas adosadas, sobre las que se apoya un frontón pequeño triangular, en cuyo tímpano existe un azulejo del titular de la misma, Santo Domingo de Guzmán. Adosada a la fachada, se encuentra la torre del campanario, de 31 metros de altura, construida en 1.792.

La pieza más valiosa de esta iglesia, arqueológicamente hablando, es la piedra o ara que se haya en su fachada, empotrada a la derecha de la puerta principal:

HIC. RELIQVIAE. SACORV.
MATRIUM. ID. SC. TOME.
SC. DIONISI. SACORVM. COSME.
ET. DAMIANI. SC. AFRE.
SC. SEBASTIANI. SC. SABAE.

Según Rodrigo Caro "le falta algo del principio, y todo lo que se puede leer allí dice cómo allí estaban las reliquias de los santos mártires Sto. Tomé, San Dionisio, San Cosme y San Daniel, Sta. Afra, San Sebastián, San Sabas".
En el interior podemos destacar el retablo del Altar Mayor, de estilo Barroco, compuesto de tres calles con hornacinas, separadas con columnas salomónicas. Las hornacinas de las calles laterales se hallan ocupadas por esculturas que representan a los cuatro evangelistas y a los obispos San Isidoro y San Leandro de Sevilla. En la calle central, una de las hornacinas la ocupa una escultura barroca que representa la Inmaculada; sobre ella una imagen de Sto. Domingo y en la parte inferior una talla de madera del s. XVII que representa el niño Jesús y está atribuido a La Roldana.

La Capilla del Sagrario, donde se venera una preciosa imagen de Ntra. Sra. del Rosario con el Niño Dios dormido en brazos, tiene una media naranja con mucho arte ejecutada, de calados y florones de yeso. En cuanto a la imagen, no se conoce el nombre del escultor que la hizo, pero debió ser un buen maestro, pues del lo contrario no habría conseguido la gran belleza y palidez que tiene esta imagen. No sucede lo mismo con el patrón, San Laureano, que está bien documentado su patronazgo: fue elegido patrón por elección popular, si bien no fue solemnemente confirmado hasta el 19 de Septiembre de 1.888 por León XIII.


ERMITA DEL CALVARIO

Según el Padre Mariscal, “la Ermita del Calvario la hicieron, gran parte con sus limosnas y solicitud, unos devotos de esta villa del apellido Soto; por los años 1.696, se recogió en el albergue que está adjunto un ermitaño, que llamaban el Hermano Mendoza, natural de Córdoba. Éste, con las limosnas que solicito de los vecinos, añadió otro cuarto a la capilla, en cuadro y a modo de media naranja (...) Ayudóle mucho el monasterio de San Jerónimo, con el sustento para sí y mucho material para la obra. Dióle la ultima enfermedad cuando iba llegando a perfección su intento”. Según el historiador bornense Manuel Barra, a pesar de esta afirmación del Padre Mariscal, lo cierto es que quienes se ocuparon constantemente de las necesidades del Hermano Mendoza, fueron los franciscanos del Convento de San Bernardino de Siena. Tan es así, que realizaron un Via Crucis (imitando al que había instituido D. Fadrique Enríquez de Ribera desde el Monasterio de los jerónimos), partiendo de la puerta de su Convento hasta la Ermita del Calvario y que se frecuenta mucho los Viernes, especialmente los de Cuaresma. Aún se conservan algunas cruces y capillas que indicaban las estaciones de la Vía Sacra.

Destaca en su construcción la fachada triangular, que ofrece una bella hornacina, rematada con una espadaña típicamente barroca. En la ermita se venera una bellísima imagen de San Francisco de Paula, que data de la primera mitad del siglo XVIII. Otras imágenes de meritan que se encuentran actualmente en dicha ermita son: Santa Rosa de Viterbo (s. XVI); San Juan Evangelista; una imagen la Virgen, bajo la advocación de María Santísima de la Soledad; y otras de menor mérito. También alberga cuadros de gran interés, destacando un Descendimiento (s. XVI) de escuela italiana y que presidía la Capilla del Colegio de la Sangre.


Iglesia de la Resurrección;

En el siglo XVI, don Diego Álvarez, vecino de Bornos, dispuso en su testamento la creación de una casa-hospital de la resurrección de nuestro señor Jesucristo y una Iglesia.
El templo que es lo único que queda del antiguo hospital, aparece cubierto por uno extraordinario artesonado mudéjar. Además conserva un retablo dorado de estilo barroco con hornacina y columnas salomónicas.


CASA DE LA CILLA

En ella se depositaban los diezmos para la iglesia. Destaca en su conservación la fachada color rosa con una portada de piedra rematada por los símbolos de la Diócesis de Sevilla: "la Giralda y las azucenas".

Fechada en 1.781. Actualmente es propiedad particular. Su interior ha sido reconstruido y convertido en lujosa y confortable vivienda.


JARDINES DEL PALACIO DE LOS RIBERA (S.XVI)

Al repasar los distintos monumentos de Bornos, los Jardines del Palacio de los Ribera son uno de los mayores atractivos de Bornos y muchos de los visitantes vienen con el objetivo principal de conocerlos.

HISTORIA

A partir de la conclusión de la Reconquista, se produce un gran cambio en la nobleza española. El guerrero por antonomasia se transforma en el noble culto y moderno, mecenas de artistas, interesado por el arte y la cultura en sus más diversas manifestaciones. D. Fadrique Enríquez de Ribera ( Primer Marqués de Tarifa) realiza entre 1.518 y 1.520 un viaje a Tierra Santa, al que parte desde Bornos, haciendo un periplo por Europa, más concretamente por Italia, que atraviesa dos veces, alcanzando unos grandes conocimientos del Renacimiento; y luego aplica a sus dominios en Andalucía, viéndose especialmente favorecidos sus Palacios de Bornos y Sevilla.
Podemos decir que esta Villa fue la auténtica cuna de los Ribera y de los Adelantados Mayores de Andalucía, residiendo muchos de ellos en Bornos durante la Edad Media, y prefiriéndolo, a otras casas y a otras posesiones. Precisamente por esa fuerte vinculación, Bornos es auténtica cuna del Renacimiento en la Baja Andalucía (afirmación hacha por el Doctor en Historia, D. Antonio Sánchez González, Director del Archivo de la Casa Ducal de Medinaceli), por ser la familia Ribera la que mejor se adapta al Renacimiento frente a otros nobles de la época, como los Ponce de León (Duques de Arcos), los Medina-Sidonia o los mismos Medinaceli, antes de la unión de los dos linajes. Bornos es el gran beneficiario de dicha evolución de la familia Ribera, que se ejemplifica en la transformación del Castillo de Bornos, pensado para la defensa, en un palacio ricamente ornamentado con obras de arte procedentes de Italia y, también, en un palacio ricamente ornamentado con obras de arte procedentes de Italia y, también, salidas de las manos de renombrados artistas que fueron traídos al efecto, como por ejemplo, Benvenuto Tortello y Giuliano Meniquini. Otro ejemplo palpable de esta labor está en la gran cantidad de edificios e instituciones, fundadas en Bornos en la misma época como, por ejemplo, el Convento del Corpus Christi o el Colegio de la Sangre.

El Jardín forma parte de esta ampliación del siglo XVI y el hecho de que se realizara en esta época de cambio histórico / artístico y que en su planificación y construcción trabajaran artistas italianos (y por ende los Jardines) fueran de propiedad privada hasta mediados de este siglo, teniendo acceso restringido (hoy propiedad municipal, está abierto al público), y que una seria promoción de la riqueza de Bornos no se ha empezado hasta hace poco tiempo, hacen que el Jardín del Palacio de los Ribera sea una joya oculta y desconocida para muchos.

CARACTERÍSTICAS DEL JARDÍN

Como decíamos, se nos presenta este vergel con unos rasgos inequívocamente renacentistas, que sin alcanzar la pureza del estilo de Villa Belvedere (1.503), en Roma, o la grandiosidad y hermosa complejidad de los Jardines Boboli (1.600), en Florencia, ofrece un ejemplar poco frecuente en Andalucía.

Las líneas que lo definen son las siguientes:

1. Estrecha relación entre el edificio principal y el Jardín.
2. Diseñado de forma regular y geométrica, distribuyendo, el espacio sobre un eje geométrico.
3. El terreno se reparte en diferentes planos, sobre una suave pendiente, con sucesivas terrazas unidas por escaleras. En este caso, se consiguen hasta cuatro alturas distintas, merced a las escaleras y el recorte de los setos.
4. Las calles son rectas y se entrecruzan, predominando las formas lineales sobre las circulares, que también se dan, aunque en menor medida. En algunas partes del Jardín, se refuerza este efecto con el dibujo que realiza sobre el suelo una composición de chino lavado, posiblemente, de la misma época que el Jardín.
5. Materiales naturales y plantas se consideran un elemento constructivo más, dándoles formas, de manera que nada conserva su conformación original. Como contraste, se pueden ver flores (rosas, pensamientos, calas...), introducidas, como en toda Andalucía, por reminiscencias árabes.
6. Ninguna parte del jardín aparece dejada al azar.
7. Cada espacio tiene una función específica, predominando los elementos artificiales sobre los naturales.
8. La vegetación está limitada a plantas de hoja perenne, que pueden ser podadas y moldeadas en formas y tamaños concretos. Junto a éstas ha introducido, con los años, alguna que otra especie de hoja caduca.
9. Existen elementos característicos del periodo romano: estatuas (lógicamente y por desgracia, los propietarios del Palacio se llevaron las magnificas estatuas que lo llenaban, pudiendo verse algunas de éstas en la Casa de Pilatos de Sevilla); grutescos y cuevas artificiales (se conservan dos, de roca calcárea, en los que estaba recreado el mundo mitológico acuático, con estatuas de ninfas y juegos de agua); pórticos (en concreto, el que comunica el Palacio con el Jardín); logias (éstas es una de las partes más interesantes del Jardín, pues es un imafronte pompeyano único en Andalucía, donde estaban ubicadas las estatuas mencionadas más arriba); maceteros o jardineras y balaustradas.
10. El agua es utilizada como motivo decorativo y aparece siempre en formas artificiales, siguiendo un curso recto, haciendo saltos de agua, albercas o fuentes. Se puede observar palpablemente la gran importancia que tiene el agua en este Jardín, pues existen varias albercas; los cursos de agua se encuentran hoy ocultos o perdidos y parece también muy probable la existencia de salpigi (válvulas que se accionaban al pisar una membrana, soltando chorros de agua hacia arriba, sorprendiendo a quien caminaba por las distintas calles del Jardín).
11. Introduce curiosidades como los juegos de agua, decorados o escenarios sofisticados, jardines secretos... Aunque desaparecido en su mayor parte, se conserva aún la alberca del Jardín Secreto de este Palacio, en la que, según la leyenda, se bañaba la Señora del Castillo (para limpiar su cuerpo) y después, pasaba a una capilla anexa al Jardín (para limpiar su alma).

En cuanto a las especies predominantes, el paso del tiempo ha hecho que se introduzcan algunas que no son de la época de su construcción; de las primitivas, podemos citar el boj (buxus sempervirens), laurel (laurus nobilis), romero (rosmarinus officinalis), hiedra (hedera helix), mirto (myrtus communis) y ciprés (cupressus sempervirens). Todos los citados componen la flora típica en los jardines renacentistas; pero también son dignos de mención dos magnolios centenarios que llenan de aroma las noches del verano de Bornos, mezclando con su perfume de una variedad de jazmín, la dama de noche, colmado el ambiente de cautivadores efluvios; además, encontramos dos enormes arbustos de azahar de China, una jacaranda, varias palmeras washingtonia (en sus dos variedades, robusta y filifera) y, en las albercas, nenúfares de gran antigüedad.

Asimismo, existe una gran cantidad de naranjos (de moderna introducción), rosales de distintas variedades y es destacable también la presencia de pensamientos (las famosas "caras de gato"), que al igual que los nenúfares de los estanques, son muy antiguos.


Molino del Arco:

Este molino forma parte de una serie de construcciones hidráulicas de la “Ribera de los Molinos” que la formaban al menos 10 molinos construidos en el siglo XV,I incluso algunos de origen Arabe y que abastecían de agua a toda la localidad y a las abundantes huertas de Bornos.

Este edificio conocido popularmente como Molino Ancho es uno de los tramos de atajea mejor conservado y que se corresponde con la lieva del Molino del Arco. Pueden observarse los ladrillos con los que interiormente esta solada y los magnificos contrafuertes. La Lieva es el recurso arquitectónico que permite el desnivel suficiente para proporcionar una altura adecuada para la caida vertical del agua en el cubo y la de este molino se ha construido mediante dos grandes arcos muy singulares, con contrafuertes. El aliviadero o quebradero es la compuerta para regular la entrada de caudal en el cubo, y en el de este molino llama la atención la acumulación de concreciones calizas, que podrían ser muestra de los siglos que estuvo funcionando.


LA LOGIA ( UNICA EN ANDALUCIA )
Etimológicamente una logia es una galería o sucesión de arcos.

De la logia que tenemos delante podemos decir que tras la culminación del Jardín Renacentista del Palacio de los Ribera, los señores de Bornos construyeron una galería de arte al aire libre; museo privado donde podían recrearse íntimamente o mostrar a sus invitados, con orgullo de sus propietarios, aquellas joyas que eran estatuas romanas del siglo I, restauradas por Giuliano Meniquini, o las nuevas, esculpidas por este, con las formas mas puras y perfectas del cinquecento italiano.

Años mas tarde, cuando algunos de los infantes de los Ribera fueron educados en Bornos, resultaría útil, para sus preceptores, poner bellos ejemplos de mitología griega y latina dando vida a las frías formas de mármol y alabastro.

Cuando decimos que esta logia es el único imafronte pompeyano del siglo XVI existente en Andalucía, hacemos referencia a una equilibrada y brillante composición arquitectónica de Benvenuto Tortello: una composición de arcos rematados con un friso clásico romano ( aunque con clara inspiración griega), cuya decoración alterna triglifos y metopas.
Tortello vino a España desde Italia llamado por los Ribera para construir nuevos edificios en sus posesiones, así como para mejorar o restaurar los ya existentes: con un objetivo muy claro; importar las mas recientes corrientes del renacimiento italiano.
Los Ribera contribuyeron a crear entre la nobleza un creciente interés por el arte y las letras.
El arquitecto Tortello llegó a ser muy considerado en España entre sus contemporáneos; y entre sus obras, aparte de las realizadas en Bornos, destaco la construcción de la fachada del Ayuntamiento de Sevilla en la plaza de San Francisco.

En la actualidad las estatuas que se mostraban en esta logia, las conservan sus legítimos propietarios en la Casa de Pilatos de Sevilla y han sido declaradas Patrimonio Artístico de Andalucía.

Por tanto esta logia se nos ofrece como un lugar evocador en un entorno nombrado de gran valor histórico y artístico, como son los Jardines del Castillo-Palacio de los Ribera de Bornos

Artesania y gastronomia

ARTESANÍA Y GASTRONOMÍA

En Bornos, al igual que en otras localidades rurales de la sierra, su artesanía ha estado ligada, principalmente, a cubrir las necesidades que iba despertando el trabajo en el campo, aunque poco a poco han ido evolucionado y, ganando valor 'lo viejo' que ahora pasa a ser lo 'antiguo'.

Hace décadas, el esparto, el mimbre, la palma, la enea, las varetas de olivo, la caña, la madera y el cuero eran las materias primas, mayoritariamente, utilizadas por los bornenses en estrecha relación con la actividad económica imperante en la zona como es la agricultura; ya que los serones de capacha, sombreros y cinturones de palma eran imprescindibles para sobrellevar más fácilmente la jornada laboral.

Pero por otro lado, Bornos es cuan de labores artesanales que antaño realizaban sus mujeres y ahora recuperan desempolvando muchos de los mundillos y almohadillas que se emplean para el encaje de bolillo. Una práctica que se está impulsando nuevamente desde la Delegación de Cultura con los cursos que se organizan a lo largo del año y que cuentan con gran número de alumnas. Los flecos y el enrejado de mantones es otra de las labores que igualmente se están introduciendo.

Junto a estas artesanías, la cerámica cobra protagonismo con los diferentes cursos y talleres que se organizan, donde lo tradicional se une a nuevas formas y volúmenes de inspiración contemporánea.

No obstante si de lo que se trata es de conocer la gastronomía bornense, encontraremos platos basados en los productos básicos de su huerta y de la sierra. De los guisos hay que destacar la famosa 'berza', preparada con tallos o cardillos.

Las patatas con alcauciles, las tagarninas esparragadas; la sopa de espárragos, conocida en Bornos como 'abajao'; los garbanzos con espinacas; las alboronías hechas con calabaza; y las tapas de chorizo, salchichón, morcilla, morcón o butifarra son otra de sus exquisiteces. Y después de una buena comida, un buen postre: la mejor sugerencia, el damasco en temporada.

domingo, 19 de abril de 2009

Festival Lago de Bornos



www.festivallagodebornos.com/

Rutas Turísticas en Bornos

Ruta Monumental de Bornos
Visita guiada por los principales monumentos de Bornos, que comprendería el Castillo - Palacio de los Ribera y sus jardines renacentistas, la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán y el Convento del Corpus Christi. Con esta ruta se pretende resaltar el rico patrimonio histórico y artístico de la localidad: segunda en toda la Sierra de Cádiz por su concentración monumental que le dan a Bornos la distinción de cuna del Renacimiento de la Baja Andalucía. La duración de este recorrido sería aproximadamente de una a dos horas.

Punto de Partida: Bornos
Tiempo: 2 horas
Dificultad: Fácil



Ruta de los Molinos

El recorrido por los antiguos molinos de Bornos, casi todos de los siglos XV a XVI se realiza siguiendo el curso de la tajea, desde su nacimiento hasta el último molino existente. El objeto de esta ruta es dar a conocer el motor económico de la población durante varios siglos y su influencia sobre el modo de vida y la organización social en sus diferentes épocas. La partida se haría desde la propia Oficina de Turismo, aunque el comienzo real de la ruta sería el emplazamiento llamado El Nacimiento y el finalización el último molino existente, cuya accesibilidad varía en función de la altura del agua del Lago. Además, esta visita permite obtener mayor información sobre la flora y fauna del entorno de la localidad. La duración aproximada del recorrido sería de dos horas.

Punto de Partida: Bornos
Tiempo: 2 horas
Dificultad: Fácil


Ruta del Vía Crucis

Este itinerario invita a pasear por el antiguo recorrido del Vía Crucis que partía del Convento de San Bernardino hasta el Calvario. Este recorrido se relaciona con el primer Vía Crucis de España que se hizo en Bornos, desde el Convento de Santa María del Rosario hasta la Cruz Esperilla. El punto de partida es la Oficina de Turismo (aunque el inicio real de la ruta sería de Plaza San Francisco) y el de finalización la Ermita del Calvario. La duración aproximada oscila de una a dos horas.

Punto de Partida: Bornos
Tiempo: 1 a 2 horas
Dificultad: Fácil

Camino de la Presa
Desde la Islita (montículo de piedra situado en el embarcadero que queda rodeado por el río Guadalete a modo de isla cuando alcanza el embalse un nivel suficiente de agua) hasta la presa de Bornos, se puede disfrutar de un maravilloso paisaje natural. Este camino bien podría denominarse de la "Angostura", ya que bordea el valle existente en su parte más profunda, hoy cubierto por las aguas del Lago. Por la Angostura discurría el río Guadalete y por esta misma zona se llegaba a Bornos en el siglo XVIII. A finales del siglo pasado se proyectó una línea de ferrocarril con el fin de que partiera de Jerez, recorriera toda la sierra y finalizara en Almargen. Se adecuó gran parte del recorrido, incluido Bornos, pero sólo se completó hasta Arcos de la Frontera por falta de presupuesto. Pese a ello, hoy día aún permanece esa vía que atravesaba la sierra desde tierras arcenses a bornenses. A lo largo del tramo de la presa hasta la islita se pueden recorrer túneles y desfiladeros de singular atractivo. Tiempo aproximado: una hora, solo ida.

Punto de Partida: La Islita
Tiempo: 1 hora
Dificultad: Fácil

Camino de la Sierra
Parte desde la antigua carretera nacional, ubicada en la Sierra del Calvario, hasta el mismo Tajo (situado al borde del Lago). Los amantes de la medicina natural encontrarán especialmente interesante este recorrido por la gran variedad de plantas silvestres de carácter curativo que crecen por esta zona de la Sierra de Bornos. Además podrán disfrutar de particulares aromas y de una magnífica vista de la Villa de Bornos con el Lago a sus pies y la Sierra de San Cristóbal al fondo. Desde este enclave, la tonalidad del cielo y sus variaciones en función del día es digna de contemplar, por lo que este lugar requiere más de una visita. En la entrada a la conocida como "Carretera Vieja" se ha dispuesto un mirador con vistas a esa espléndida Sierra de San Cristóbal.

Punto de Partida: Sierra del Calvario
Dificultad: Fácil

Tramo de la Vía Verde
Sobre la inacabada línea férrea Jerez-Almargen, se trazó la Vía Verde de interés turístico y de carácter puramente rural. Este tramo contempla el corredor verde existente desde el embarcadero de Bornos hasta la localidad del Coto y hace indispensable fotografiar a su paso el Puente de los 21 Ojos. Este camino resulta muy propicio para la práctica de senderismo y cicloturismo. El Cortijo Las Pitas se encuentra a medio camino de este itinerario y desde allí se puede observar la fauna protegida del Paraje Natural "Cola del Embalse de Bornos". Un total de 630 hectáreas de superficie flanqueadas por suaves laderas con acebuches, lentiscos y tarajes, a los que se une una abundante vegetación palustre que constituye una importante zona de nidificación para las aves acuáticas: martinetes, nutrias, garcillas bueyeras, garcetas, somormujos, lavancos, cormoranes grandes, anguilas y flamencos. Tiempo aproximado de recorrido: 50 minutos.

Punto de Partida: Embarcadero de Bornos
Tiempo: 50 min
Dificultad: Fácil

Cañada de Morón hasta Carissa Aurelia Poco antes de divisar el pueblo de Bornos y llegando a él desde Arcos de la Frontera, existe una desviación desde la A-389. En este punto puede partir siguiendo el curso de la cañada de Morón y finalizar en las ruinas de Carissa Aurelia.Desde la Sierra de Bornos, lugar desde donde comienza la cañada, podrá volver a disfrutar de unas vistas impresionantes. El largo camino restante atraviesa lomas y cortijos, siempre paralelo al pico de San Cristóbal. Una vez haya llegado a las ruinas, el recorrido de vuelta a la localidad puede hacerlo por una carretera comarcal. Para hacer esta ruta es aconsejable gozar de un buen estado físico por cuanto es el itinerario más largo. Tiempo aproximado: 6 horas.

Punto de Partida: Bornos - Arcos de la Frontera
Tiempo: 6 horas
Dificultad: Fácil

Turismo Activo

Es en este punto en el que Bornos posee una oferta más variada y atractiva, pues el embalse brinda la posibilidad de practicar diferentes deportes náuticos, como vela, piragüismo, remo, motonáutica... El embarcadero, el club náutico y el campo de regatas existentes, sitúan al municipio a la cabeza de la provincia de Cádiz, en lo que se refiere a aguas interiores. Pero, además, el entorno natural de Bornos permite la práctica de otras actividades como el senderismo, las rutas a caballo o el cicloturismo, parapente, ala delta...

Punto de Partida: Bornos
Dificultad: Fácil